viernes, 13 de enero de 2012

El Romance en Medio Oriente

El romance sobre jeques es un subgénero por el que siento mucha intriga. Quizás, esas portadas tan sugestivas que he observado en las librerías online,  han despertado mi curiosidad.

Siempre me ha gustado investigar, conocer, aprender…pero debo confesarles que después de leer la Fórmula Escribe Romántica he replanteado mi estrategia sobre cómo y dónde investigar, identificado horrores errores que cometemos con mayor frecuencia los noveles y otros temas de gran utilidad.

De esta manera, la investigación está basada según mi conclusión personal y a su vez, he tratado de aplicar ciertos elementos claves y recomendaciones que Lilly nos propone en su guía.

Mi intención, es que tod@s conozcamos las características básicas que deben poseer las novelas del Medio Oriente. Toda sugerencia o mejora es bienvenida.

***

Cada vez que realizamos cualquier tipo búsqueda, necesitamos un norte por donde comenzar. Yo decidí, antes de aventurarme por google, establecer mi exploración  con tres clásicos del Medio Oriente que Lilly propuso en el blog (y que puedes leer aquí).
Esos libros, se convirtieron en mi manual e instructivo para descubrir conceptos, perfiles, tramas y particularidades que mantienen este tipo de historias.

Y llegué a las siguientes conclusiones:

Los protagonistas:

Las novelas ambientadas en el desierto tiene que contar con un héroe atractivo (irresistiblemente sexy), rasgos hermosos y una piel de bronce bañada por el sol, son además,  intimidantes y poderosos como para seducir el deseo de sus conquistas.
Algunos de estos jeques son magnates de negocios, mientras que otros se remontan a los beduinos del desierto.

Otra característica común, es que deben ser educados de una manera distinta al resto o tener descendencia de otra(s) cultura(s), con el fin de que puedan tolerar la parte occidental con más ingenio y no crear un hombre machista que la mayoría de nosotras odiaría.

Como lo mencionó la autora Lucy Monroe cuando escribió Esposa de un jeque (Título original: The Sheikh's Bartered Bride):  "...Tuve cuidado de no caer en la opresión de las mujeres..." "...Yo tomo lo mejor de la cultura..." "El trabajo de una novela romántica es alimentar la esperanza del mundo..."

(Aquí, es cuando nos damos cuenta que existe una regla general que abarca todos las temáticas: debemos ser muy  cuidadosas al momento de crear y dar vida a nuestros personajes)

Y por otro lado tenemos a la protagonista.

Nuestra heroína es, generalmente, una americana o inglesa que viaja a un país ficticio (creado por la escritora) pero inspirado en el Medio Oriente.


La Trama:

Las posibles tramas que encontraremos en la mayoría de las novelas de este subgénero son las siguientes:
  • Amnesia
  • Matrimonios de conveniencia
  • Secuestrada por un apuesto jeque
  • Secuestrados por el enemigo
  • Reuniones con antiguos amantes
  • Jeques que temen al compromiso
  • Jeques inmortales
  • Jeques dispuestos a casarse
  • Jeques que enfrentan problemas de salud
  • Jeques que sufren una pérdida reciente 
  • Jeques con oscuros secretos 
  • Jeques enamorados de mujeres que no pueden poseer
  • Mujeres que necesitan de rescate
  • Mujeres vendidas como esclavas 
  • Mujeres hermosas en peligro (al tratar de rescatar a miembros de su familia)

Pero ... ¿Qué es un jeque? ¿Qué es un sultán? ¿Beduino? ¿Harén? ...

A continuación, te defino algunos conceptos que son importantes conocer:

Jeque: es un título de origen árabe que se aplica al líder que gobierna un territorio o provincia.

Sultán: significa fuerza y autoridad.  Es un título utilizado en algunos países islámicos equivalente al de rey o monarca.

Beduino: es un morador del desierto. Son árabes nómadas que viven en los desiertos de Arabia Saudita, Siria, Jordania, Irak, Israel.

Harén: designa al mismo tiempo el conjunto de mujeres (concubinas o, simplemente mujeres hermosas) que rodean a un personaje importante.

Keffiyeh: (también conocido como ghutra) es el paño usado en la cabeza por los hombres en Medio Oriente.

Thawb: es el atuendo largo y suelto que usan los hombres árabes.


Una curiosidad que llamó mi atención son las portadas de estas novelas.
Si buscas en las librerías online o tienes la oportunidad de visitar alguna, notarás que los jeques no salen con su tradicional túnica (o Thawb) al contrario, aparecen con ropa más al estilo occidental o mejor aún...¡Sin camisa! 
Cuando me percaté de esto intenté buscar una explicación concreta, pero únicamente hallé una acotación donde indicaba que después de los atentados 09.11, han evitado colocar en portadas a jeques con su atuendo tradicional, conclusión que me parece muy acertada.

Bueno, pero esto no termina aquí.

Como quería confirmar algunos datos, contacté a una autora española que se atrevió a desarrollar una historia en el Medio Oriente, obteniendo muy buenas críticas de su primera novela ambientada en Turquía.



Sí, les hablo de Teresa Cameselle autora de  La  hija del cónsul, quien con mucha disposición accedió a nuestra entrevista.



Cameselle, que también escribió No todo fue mentira, es dueña de una narración fluida, sencilla y directa. Con esta peculiaridad que la caracteriza, nos explica ciertos detalles que debemos tomar en consideración.


Encantada y agradecida de que hayas pensado en mí para esta entrevista. 


Teresa, según tu criterio, además de los lugares exóticos ¿Cuáles son los elementos principales que deben destacar en las novelas del Medio Oriente? y ¿Qué características no pueden faltar en un protagonista de estas culturas?

Las descripciones del entorno son importantes para situar al lector en el ambiente. En mi primera novela La hija del cónsul”, el país ficticio de Bankara, está ambientado en la ciudad de Estambul, que me resulta particularmente interesante por la mezcla que supone de Oriente y Occidente, el choque de culturas y religiones dan mucho juego a la hora de crear una historia no solo romántica, sino llena de aventuras, como siempre digo, inspirada en “Las mil y una noches”. Sin embargo hay que hilar muy fino porque el prototipo de protagonista masculino, para ser rigurosas, sería un hombre demasiado machista que no nos gustaría a las lectoras actuales. Por eso mi protagonista es mitad turco y mitad español, y ha recibido educación en ambas culturas y religiones católica y musulmana, lo que suaviza la parte más oriental. 

Las novelas sobre jeques están relacionadas a un fino erotismo ¿Piensas que este tipo de novelas se ha vuelto popular por la sensualidad que encierran? o ¿Qué es lo que busca el lector de este subgénero para que lo encuentre tan atractivo?

Creo que la palabra harén es un fetiche en sí misma. Pensamos en Oriente e imaginamos a esas mujeres encerradas en sus suntuosas habitaciones, rodeadas de todos los lujos y comodidades y cuyo único fin en la vida es procurar el placer de su amo. Volvemos a los cuantos antiguos y también, por qué no, al más famoso tratado sensual, el Kama Sutra, también llegado de Oriente. Sin duda estas historias contienen una porción de todo lo que hace atractiva una novela, aventura, erotismo y exotismo, no es de extrañar que resulten tan apetecibles. 

He leído que la mayoría de las autoras que se inspiran en el Medio Oriente, crean un país o ciudad ficticia ¿A qué crees que se debe esta característica en particular?

Puedo contar mi caso en particular. Aunque todo lo que describo, desde el bazar hasta el palacio, inspirado en Topkapi, está completamente basado en la ciudad de Estambul, en “La hija del cónsul” existe una conspiración de tipo político relacionada con el sultanato. Yo no podía cambiar la historia de Turquía y el Imperio Otomano a favor de mi novela, pero sí puedo crear un pequeño país dentro de lo que fue aquel gran imperio, que se adapte a mi guión. 

Aprovechando tu talento y conocimiento para ambientar y narrar historias en un escenario poco explotado a nivel iberoamericano ¿Qué consejos darías a todas las escritoras noveles que desean aventurarse por este subgénero?

Una vez pensada la historia y el ambiente que se quiere crear, documentarse a fondo sobre los países orientales. No es lo mismo que la historia transcurra en Turquía, en Arabia o en India, evidentemente. Y si lo que se quiere es crear un país, igualmente, y lo aconsejo por mi experiencia, buscar el país más similar al de nuestra imaginación, y basar en él todo el proceso de documentación. 

Ahora, podrías comentarnos ¿Cómo fue el proceso de investigación de La hija del cónsul? ¿Cuánto tiempo te tomó en desarrollar la investigación previa?

 “La hija del cónsul” era mi primera novela, y debo decir que lo hice todo un poco al revés. Primero escribí la historia, un borrador casi completo, y después comprendí que no se sostenía si no le daba veracidad con una buena documentación y ambientación, así que, tras decidirme entre los países del entorno y descubrir todas las posibilidades del Imperio Otomano, y sobre todo de la ciudad de Estambul, me dediqué a leer todo lo que pude de historia de la época, libros sobre viajes occidentales que contaban sus experiencias en la ciudad, novelas de autores turcos, etc., y una vez tuve todos los datos, reescribí la novela de principio a fin. 
Ahora, si me permites, te diré que en mi segunda novela “No todo fue mentira”, que consta de tres historias, doy un salto desde la primera de ellas, que transcurre en la Inglaterra clásica de la romántica, a una isla caribeña que, una vez más, decidí que necesitaba que se adaptase a mi historia más que yo a su geografía, así que en este caso tomé las islas de Trinidad y Tobago, y las convertí en Santa Marta y Santa María, copiando a los conquistadores españoles que solían bautizar con nombres bíblicos las islas que iban descubriendo. En este caso, y sobre todo para la segunda de las historias, me documenté exhaustivamente sobre clima, paisaje y flora, puesto que la protagonista era una joven inglesa que se encuentra en un lugar muy diferente a su tierra natal, y además es aficionada a la jardinería; y también me interesaba mucho la mezcla de razas y nacionalidades de los colonos, porque me dieron mucho juego a la hora de crear los personajes, sobre todo la sorpresa de descubrir la gran cantidad de trabajadores chinos que recalaron en las islas para trabajar en las plantaciones de tabaco. 

¿Qué te impulsó a crear tu historia en el Imperio Otomano en 1880?

Bueno, creo que ha quedado claro que soy una enamorada de la ciudad de Estambul, su bazar y su palacio me resultaban el paisaje perfecto para mi historia, y también su mezcla, como he dicho antes, de culturas y religiones. El hecho de que Estambul se considere una ciudad occidental en un país oriental, y que históricamente haya estado siempre más cerca de Europa que de Asia, me decidió definitivamente. 

Para finalizar, ¿Podrías concedernos algún párrafo o diálogo de La hija del cónsul, donde brote el exotismo de las novelas ambientadas en esta cultura?

Me decido por una escena del harén, que me parece interesante porque es un momento clave en el que mi protagonista, una joven española educada en un internado religioso, y que ha sido raptada y aleccionada para ser la concubina del Sultán, está descubriendo en verdad el mundo en el que se ha visto inmersa sin quererlo, y que resulta demasiado atractivo para su tranquilidad: 


“A su alrededor parloteaban docenas de concubinas, mientras sus esclavas las pintaban o peinaban; algunas se decidían por el baño de vapor, y otras permanecían un buen rato sumergidas en la fresca piscina. Sumida en una deliciosa somnolencia, Elena observaba con los ojos entreabiertos cómo una concubina compartía con su eunuco un puñado de dátiles, dándole de comer la fruta de su propia boca. Cerca de ellos, otro gigantesco esclavo negro, de fuertes músculos marcados en el pecho y el vientre, masajeaba la espalda de su ama, dejando que sus manos se demorasen más debajo de lo preciso. Elena contempló fascinada cómo aquellos largos y fuertes dedos subían arriba y abajo por el cuerpo desnudo de la concubina hasta que, para su sorpresa, se introdujeron entre sus piernas, apenas un instante, el tiempo suficiente para que un gemido placentero se escapara de la boca de su ama. Perturbada, Elena cerró los ojos con la intención de dormi, pero el sueño se mostraba esquivo. Recordó a Hafise y sus enseñanzas sobre el harén, e inevitablemente le vinieron a la mente todas sus explicaciones sobre la sexualidad que en aquel momento, envuelta en el erótico clima del harén, comprendía mejor que nunca y le provocaban extrañas sensaciones en las partes más sensibles de su cuerpo.” 

“La hija del cónsul” ©Teresa Cameselle 

Nuevamente, muchas gracias por tu disposición, Teresa. Ha sido un placer.

Me ha encantado esta entrevista, gracias de nuevo y un cariñoso saludo para los lectores de la web.


Blog de la autora: http://teresacameselle.blogspot.com/


Espero que el artículo te haya gustado y no te olvides de compartirlo a través de las redes sociales.

Te dejo algunos enlaces que pueden ser de utilidad:

Sheikh Fantasies
Romancing the desert
Sheikhs and desert love
The mystery of sheikh romance novels
Amores en el desierto
Principales títulos árabes

¡Feliz fin de semana!


4 comentarios:

  1. Muy completo el artículo e interesante... gracias por el aporte...

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  2. Estoy recorriendo anteriores post de tu blog. Están geniales. Este en particular me resultó muy interesante, gran aporte. Un beso grande, Lou

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  3. Muchas gracias por comentar, chicas.

    Besos.


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